El Real Patronato sobre Discapacidad y ASPAYM han presentado hoy el XXVI Campamento inclusivo de esta entidad. El evento propone, del 31 de julio al 11 de agosto, dinámicas de ocio inclusivo dirigidas a niños y niñas con y sin discapacidad de entre 6 y 17 años.
Víctor Núñez calificó al campamento como «un espacio sin barreras para todos los niños y niñas». Explicó también que a lo largo de estas 12 días se ve «lo real e incluso lo social: da igual que un niño o una niña vaya en silla o no; solo interesa pasarlo bien y hacer nuevos mejores amigos». El coordinador desgranó algunas de las actividades del campamento; karting, juegos acuáticos, visitas al pueblo y a la naturaleza… «El campamento es un sueño hecho realidad: muchas personas con discapacidad están deseando a lo largo del año que llegue este momento porque les permite ser ellos mismos: esa es la magia del campamento». Núñez, ganador en 2015 del Premio Nacional de Juventud de Voluntariado, coordina un equipo de 30 voluntarios y voluntarias que son, en sus palabras, «magníficos profesionales y que en ocasiones se cogen vacaciones para poder aportar su grano de arena en el campamento».
Por su parte, Sandra Ámez, presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León resaltó la importancia de promover espacios inclusivos para personas con y sin discapacidad, asegurando el derecho al ocio y a la participación de todas las personas jóvenes a través de la educación no formal. Además, subrayó la importante labor de que ASPAYM Juventud y ASPAYM Castilla y León desarrollan en Castilla y León.
«Este proyecto es uno de los más preciosos, pero también de los más preciados, que nuestra asociación lleva desarrollando los últimos veintiséis años», destacó Mayte Gallego, presidenta de ASPAYM. «Incluso con una pandemia de por medio y con menores confinados, hemos sabido adaptarlo para seguir aportando estas dosis de ocio inclusivo, actividades para todos y para todas y un poquito de pedagogía que contribuye a que quienes hoy juegan con otros niños y niñas con discapacidad mañana las continúen viendo como personas iguales en derechos y libertades». Gallego también aludió al respiro que se concede a las familias, «ese paréntesis cordial en su labor incansable de amor y cuidados», y recordó que el campamento también facilita que sus participantes «no se olviden nunca de lo bueno y bonito que es un mundo con amigos, con amigas, que se muevan de forma diferente».
El campamento, que se celebra en El Bosque de los Sueños (Cubillos del Sil, León) cuenta con 60 plazas, de las cuales se reserva la mitad para niños y niñas con movilidad reducida. El evento temático de este año son los juegos de mesa y arcade, con yincanas como el Cluedo de personas reales, la búsqueda de la princesa Peach o el Monopoly benéfico. Además, se podrá disfrutar de clásicos de ediciones anteriores, como veladas nocturnas, visitas a la piscina, rutas por el pueblo y la naturaleza, o karting adaptado, entre muchos otros.
El campamento es una oportunidad para niños y niñas de convivir junto a personas con discapacidad y que, jugando, adquieran valores inclusivos y solidarios que les marcarán en su vida adulta. El evento también funciona como un respiro al entorno familiar, que les proporciona un paréntesis durante unos días en su rutina de cuidados y atención.
Asimismo, la actividad se ha diseñado en línea con la Estrategia Española sobre Discapacidad 2022-2030 y con la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en su artículo 30 relativo a la participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el esparcimiento y el deporte, que tiene entre sus objetivos asegurar que los niños y las niñas con discapacidad tengan igual acceso con los demás niños y niñas a la participación en actividades lúdicas, recreativas, de esparcimiento y deportivas.
Por último, el campamento responde al compromiso del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 con la infancia y la discapacidad recogido en la Estrategia Estatal de Derechos de la Infancia y de la Adolescencia (2023-2030), a través de la transversalización del enfoque de discapacidad para diseñar políticas públicas que promuevan la igualdad entre niñas y niños y ayuden a combatir la discriminación.