ASPAYM Castilla y León ha presentado en el Ayuntamiento de Valladolid la campaña, promovida por la Federación Nacional ASPAYM “Por aquí no puedo, por aquí no paso”. Una iniciativa que pretende visibilizar las dificultades de accesibilidad que pueden experimentar en las ciudades las personas con movilidad reducida y promover los comportamientos seguros y responsables en la vía pública.
En la presentación han participado Rafaela Romero, concejala de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria; Luis Vélez, concejal de Movilidad y Espacio Urbano; José Antonio Otero, concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana; Inmaculada Matías, jefa provincial de la Dirección General de Tráfico; Ángel de Propios, presidente de ASPAYM Castilla y León y de la Federación Nacional ASPAYM, y Francisco Sardón, director estratégico de ASPAYM Castilla y León.
La campaña “Por aquí no puedo, por aquí no paso” responde a una necesidad manifiesta y actual de visibilizar las acciones en los espacios públicos compartidos haciendo un llamamiento a la sociedad sobre la importancia de adoptar comportamientos seguros y responsables con los demás, para la convivencia. Además, se pondrá en valor la importancia de todos los agentes implicados en la movilidad para prevenir accidentes de tráfico.
La aparición de nuevos medios de transporte como patinetes, bicis y motos mal aparcadas dificultan la movilidad urbana para muchos peatones con discapacidad. Los cubos de basura y camiones de reparto bloqueando el paso, bicis circulando por las aceras, terrazas con mesas y sillas por todos los lados…son otros de los elementos que obstaculizan el paso a personas con discapacidad, personas mayores u otros peatones que conviven en el mismo espacio. En este sentido, son los propios usuarios de estos vehículos los llamados a cambiar estos hábitos.
Además, con el nuevo modelo de plataforma única, que unifica en un mismo nivel el espacio de los peatones (las aceras) y de los coches (la calzada), el número de los estacionamientos ilegales sobre las aceras en ocasiones plantean a las personas con discapacidad un auténtico reto de accesibilidad.
En muchas ocasiones, los usuarios no se ven con seguridad para circular entre el tráfico y acaban haciéndolo por las aceras, igual que algunos ciclistas, pese a que está prohibido y de igual modo supone un riesgo susceptible de provocar accidentes.
Por ello, los espacios urbanos deben ser una “palanca para la plena integración” debiendo evitar que se conviertan en barreras insalvables para las personas con discapacidad y mayores, garantizando la igualdad de oportunidades en la movilidad urbana.
Esta campaña pretende ser un canal de acción conjunta entre distintos agentes implicados y comprometidos por una movilidad urbana segura para toda la ciudadanía.