La titular de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha refrendado esta mañana el firme compromiso de la Junta con la protección y el apoyo a las personas con discapacidad, poniendo a su disposición más servicios y de mayor calidad, y extendiendo estos recursos a todo el territorio autonómico, en particular, al medio rural.
Lo ha hecho en Villalpando, en la provincia de Zamora, durante su visita a las instalaciones que albergarán un nuevo Fisiomer en la Comunidad. Se trata de un programa de rehabilitación y prevención de situaciones de dependencia en el mundo rural, que ayuda en su recuperación física a las personas mayores, dependientes y otros colectivos vulnerables, al tiempo que favorece el envejecimiento activo.
La consejera ha estado acompañada en su recorrido por Ángel de Propios, presidente de Aspaym –como entidad encargada de la gestión de este servicio en la Comunidad– y por Félix González Ares, alcalde de la localidad –con quien hoy se ha cerrado el acuerdo para la cesión de los locales de titularidad municipal donde se ubicará la clínica–.
Estas instalaciones, que cuentan con todas las medidas de accesibilidad necesarias, serán adaptadas y equipadas con financiación de la Junta. El centro prestará servicio no sólo a los vecinos de Villalpando, sino a los residentes en las localidades de toda la comarca zamorana. Además, su puesta en marcha permitirá en un primer momento, la contratación de dos personas: un fisioterapeuta y un celador.
Villalpando se convertirá así en el sexto municipio de Castilla y León en contar con un Fisiomer, tras las experiencias ya en marcha de Sahagún –donde el programa ha atendido ya a más de 2.000 usuarios– y Camponaraya, ambos en León; Paredes de Nava, en Palencia; Villadiego, en Burgos, y Matapozuelos, en Valladolid. La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades financia estos servicios con una partida anual de 165.000 euros.
Durante su visita a la localidad zamorana, Isabel Blanco ha anunciado que Fisiomer se ampliará al resto de provincias de la Comunidad antes de finalizar la legislatura.
Fomento de la autonomía personal
En este tipo de centros, profesionales cualificados tratan de forma personalizada diferentes patologías como lesión medular, ictus, esclerosis múltiple, fracturas, pinzamientos vertebrales, artritis o artrosis, evitando que los pacientes deban desplazarse.
Además, al acercar estos servicios al medio rural, se potencia la autonomía de las personas, retrasando al máximo posibles situaciones de dependencia o intervenciones quirúrgicas, ayudando a prevenir futuras discapacidades y fomentando el envejecimiento activo. En definitiva, el objetivo de este programa es facilitar y mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables y de sus familias.
La Junta y Aspaym colaboran también para reforzar los recursos en este tipo de centros. Así, como ya ocurre en el Fisiomer de Camponaraya, el resto de clínicas irán incorporando una cartera más amplia de servicios, como los de asesoramiento e información sobre el servicio de asistencia personal; productos de apoyo en los domicilios; ayudas sociosanitarias, para la accesibilidad digital o para la inserción laboral de personas con discapacidad, y actuaciones con jóvenes y de voluntariado.
Un activo para la Red Social para la detección de situaciones de vulnerabilidad
Todos ellos tienen como común denominador su proximidad y cercanía al usuario, lo que facilita la detección temprana de situaciones de riesgo entre los colectivos más vulnerables –principalmente los mayores y las personas con discapacidad o con dependencia–, como la soledad mal gestionada o cualquier forma de maltrato.
De ahí que la consejera Isabel Blanco haya destacado que Fisiomer es un activo fundamental para potenciar la Red Social para la sensibilización y detección de situaciones de especial vulnerabilidad y fomento del buen trato, que está promoviendo la Junta en colaboración con entidades y asociaciones del Tercer Sector, entre ellas, Aspaym.
Desde un punto de vista social y económico, Fisiomer contribuye también a la dinamización demográfica y a la fijación de población en el medio rural, en tanto es fuente de creación de empleo. Estos centros generan puestos de trabajo de forma directa –ya que requieren la contratación de fisioterapeutas o celadores, entre otros perfiles profesionales– e indirecta –derivados de la demanda de otro tipo de servicios por parte de sus usuarios –como la ayuda a domicilio, el asistente personal o los centros de día–. Muchas de estas labores son desempeñadas por personas con discapacidad, por lo que este proyecto favorece su inclusión social y laboral.
Aspaym en Castilla y León
En Castilla y León cerca de 177.000 personas padecen algún tipo de discapacidad y, de ellas, 101.000 presentan una discapacidad física. Isabel Blanco ha destacado y agradecido la tarea que realizan entidades como Aspaym y su compromiso con la atención y apoyo a estas personas. Esta organización tiene presencia en las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia y Valladolid, y cuenta con más de 2.000 socios, casi 300 voluntarios y 303 empleados.
Aunque en un principio su labor se centró en la atención de personas con lesión medular en la Comunidad, durante sus años de actividad Aspaym ha ido evolucionando, procurando cuidados a personas con todo tipo de discapacidad física (lesión medular, ictus, ataxia, etc.).